Matej Kovar hizo que el 'síndrome de Walter Benítez' volviera por un momento

El PSV ha regresado a la cima de la Eredivisie tras una victoria más que merecida en Róterdam. El marcador en De Kuip podría sugerir que el PSV ganó con apuros ante los rotterdamenses, pero nada más lejos de la realidad.

Es cierto que el equipo local logró producir un fuerte asedio final, pero si desvinculamos la fuerza de voluntad del juego mostrado, no queda otra conclusión que el PSV ganó merecidamente en De Kuip.

La ocasión más clara para los rotterdamenses surgió justo después del 2-3, cuando Dest se equivocó en un saque de banda que terminó en el área de Kovar. El portero estaba en el otro lado cuando Valente tenía el balón para empujarlo a la red. El centrocampista falló de forma llamativa en la ocasión más grande del partido para los rotterdamenses, que, al margen de ese asedio final, ofrecieron poco.

En realidad, Kovar no tuvo que intervenir de forma decisiva en todo el partido, porque la pareja Schouten - Gąsiorowski mantuvo al equipo de Robin van Persie lejos de su propia área. En los escasos momentos en que los rotterdamenses parecieron ejercer presión sobre la portería de Kovar, el guardameta checo actuó de manera excelente.

En esencia, Matěj Kovar firmó un buen partido, aunque con un pero... El guardameta checo tuvo un papel muy determinante en la salida de balón, al encontrar a Jerdy Schouten en los momentos justos, quien a su vez solía situarse exactamente en el lugar adecuado. Sin embargo, cabe hacer una crítica en los dos goles encajados ante el Feyenoord, que ni siquiera deberían considerarse ocasiones. Dos disparos desde la frontal se convirtieron en gol porque Kovar dejó reaparecer, bajo palos, la llamada “enfermedad de Walter Benítez”.

El portero suplente argentino del Crystal Palace vivió una etapa muy exitosa en el PSV, pero fallaba a menudo a la hora de lanzarse realmente hacia las esquinas o hacia el balón. La tarde del domingo, Kovar podría haber sacado más de sus intervenciones a medias simplemente arrojándose en lugar de dejarse caer hacia el balón. Aun así, podemos concluir que el PSV ha mejorado con el checo bajo los palos.