Peter Bosz sigue disfrutando de la decepción en el Johan Cruijff Arena: 'Chillidos en la parte trasera del autobús durante el Ajax - NEC'

Peter Bosz cerrará nuevamente la noche del próximo miércoles un año calendario muy exitoso con el PSV. El entrenador de éxito se proclamó campeón de liga por segunda vez consecutiva y en los últimos meses sentó las bases para el tercer título liguero seguido 

En un repaso con PSV TV, es decir PSV Play, Bosz aún no sale de su asombro de cómo el Ajax lo dejó escapar. A los de Ámsterdam les bastaban tres puntos en los últimos cinco partidos para ser campeones, pero fracasaron en ese objetivo al sumar solo dos puntos en esos cinco encuentros clave. La victoria sobre el FC Twente en la última jornada llegó demasiado tarde; el PSV ganó a domicilio ante el Sparta.

Peter Bosz todavía recuerda de vez en cuando el desenlace de infarto de la temporada pasada. "Estábamos a seis puntos del Ajax y teníamos que jugar en casa contra ellos", rememora Bosz en una entrevista de fin de año con PSV Play.

"Pensamos: ahora tiene que ocurrir. Si hubiéramos ganado, nos habríamos puesto a tres puntos y le habríamos dado la vuelta. Pero perdimos ese partido, y de repente tuvimos que mirar hacia abajo."

Mientras tanto, el PSV también fue eliminado de la copa por el Go Ahead Eagles, para tres días después perder en liga el partido fuera de casa contra el que acabaría siendo el campeón de copa. "¿Sabes lo que creo que es? Tiene que ver con la confianza. No es cuestión de calidad. Si no saben hacerlo, te quedas constantemente abajo, pero han demostrado que pueden jugar bien. Entonces el problema está en otra parte. Tan rápido como se va, puede volver."

El PSV, en esencia, resucitó deportivamente en De Kuip. "Empezamos muy mal. Fue una de las pocas veces que me enfadé de verdad en el descanso. No porque fuéramos perdiendo, sino porque no lo estaban mostrando", señaló Bosz, que vio a su once remontar en Róterdam un 2-0 en contra.

Íbamos 2-0 abajo al descanso, pero ganamos 2-3. Eso hizo que algo se quebrara en el Ajax. Desde el primer minuto pesó una losa húmeda sobre ese partido. No había ambiente, los aficionados estaban callados, porque ese día, al menos, no iban a ser campeones. Volvíamos en autobús a Eindhoven y veíamos el partido en el autobús. Nosotros en una pantalla de televisión, pero otros jugadores en sus teléfonos y por ahí llegaba todo antes. Al fondo del autobús se escucharon gritos porque había marcado el NEC. Luego ese autobús, qué pasada...", comentó un todavía eufórico Peter Bosz sobre la decepción en el Johan Cruijff Arena.