Está considerando su futuro. Ser entrenador principal a tiempo completo en la élite del fútbol nacional o internacional quizá ya no es exactamente lo que tiene en mente.
Una temporada adicional en el PSV, o quizás dos, es lo que a la directiva del club le gustaría ver, pero la Selección de los Países Bajos tienta. A Peter Bosz sí le atrae la idea de no estar todos los días en el campo, aunque muchos factores influyen en esa decisión.
¿Seguirá Ronald Koeman como seleccionador de la Oranje tras un exitoso Mundial en Estados Unidos, México y Canadá, o anunciarán la KNVB y Koeman antes de la fase final mundialista que, tras dos etapas, su vínculo llegará a su fin? En cualquier caso, se avecinan meses emocionantes para todos los que aprecian a Bosz y meses apasionantes para la afición futbolera neerlandesa.
Bosz ya no se ve trabajando en otro club que no sea el PSV, eso sí. Tras un periodo sin éxito en el Ajax, Bosz logró encaramarse al trono en el PSV. En el pasado, Bosz también estuvo en la órbita del Feyenoord. No solo como director deportivo, sino también como entrenador principal.
La leyenda y estandarte del Feyenoord, Wim Jansen, y Peter Bosz ganaron la Copa KNVB en 1992, en una temporada en la que el PSV se proclamó campeón de liga con Bobby Robson como entrenador principal. Un año antes, Bosz aún estaba en la grada como espectador en la final que también ganó el Feyenoord.
En su adolescencia, el actual entrenador del PSV se situaba como aficionado en la grada del Go Ahead Eagles, en la vecina Deventer. Sus hermanos tenían otras pasiones. "Mi hermano Paul es un fanático total del Ajax. Y Frank es un verdadero seguidor del Feyenoord. Además, tiene pinta de hooligan. A principios de los noventa yo jugaba en Francia, en el Toulon, y tenía dos semanas libres. En ese periodo se disputaba justo la final de copa Feyenoord-FC Den Bosch."
"Mi hermano Frank tenía una entrada de sobra y me dijo: 'Peter, ¿vienes?' Así que me subí al tren hacia Róterdam con todos esos aficionados entusiastas de Apeldoorn y alrededores. Allí me tomé unas cervezas con todos ellos y después fuimos a ver el partido. Y no te lo vas a creer, pero al día siguiente me llamó Wim Jansen para preguntarme si quería hablar sobre un traspaso al Feyenoord."