La selección neerlandesa se clasificó el lunes por la noche sin problemas para el Mundial de 2026. Sin embargo, no hay ambiente de euforia y con razón.
Fue pobre, a veces paupérrimo y de vez en cuando muy malo. La selección de los Países Bajos no supo ganar al único país que ofreció cierta resistencia, y eso puede calificarse con justicia de constatación amarga. La selección neerlandesa cuenta con muchísimas cualidades, pero rara vez muestra su potencial. De vez en cuando un gran partido, como contra España, pero por lo demás es pobre.
Aun así, Ronald Koeman se mostró después de Países Bajos - Lituania contento y jovial, como si quisiera transmitir que la selección neerlandesa ha logrado una gran hazaña en los últimos meses. En el Johan Cruijff ArenA, Lituania fue derrotada sin problemas, pero poco más positivo hay que contar. La prensa matutina ve varios destacados, pero también una disonancia.
La afición futbolera de los Países Bajos se cansa de vez en cuando de Memphis Depay. No podemos obviarlo. También contra Lituania, y antes nuevamente contra Polonia, Memphis dio una impresión de hastío y desinterés. Como tantas veces, pero al mismo tiempo Memphis es el máximo goleador de la Oranje. Eso sí. Lamentablemente, la prensa matutina no habla bien de Memphis Depay, al igual que varios analistas.
“La oposición fue demasiado débil como para ser realmente determinante, pero la Oranje convirtió en el Johan Cruijff ArenA el partido contra Lituania en un entretenido duelo festivo”, afirma el Algemeen Dagblad. “La selección neerlandesa jugó ahora sí a un ritmo aceptable, con mucha dinámica y movimiento, claramente con la intención de entretener al público.”
El periodista Sjoerd Mossou vio dos destacados en la zaga. “Jurriën Timber desempeñó su papel mucho mejor que Lutsharel Geertruida en Varsovia, incorporándose con frecuencia al ataque como suele hacerlo el lesionado Denzel Dumfries.”
También Matthijs de Ligt causó “una impresión fresca y afilada”. El periodista Mike Verweij elogia en De Telegraaf a Tijjani Reijnders. “El centrocampista del Manchester City resultó ser, junto con Cody Gakpo y Frenkie de Jong, el mejor de la Oranje. A pase de Frenkie, firmó con contundencia el 1-0 a los dieciséis minutos y, tras una jugada magnífica, también tuvo el 2-0 en su bota, pero con el exterior del pie estrelló el balón en el palo. De Jong debería haber tenido en ese momento dos asistencias en lugar de una. Su pase a Gakpo fue finísimo; el cabezazo del extremo izquierdo, demasiado blando.” La selección neerlandesa, no obstante, puede mirar “con una sonrisa al Mundial”, concluye el periodista.
De Volkskrant se mantiene prudente: “El objetivo era ofrecer un bonito espectáculo, en esta cita cuyo desenlace se podía prever. Una de esas fiestas en las que puedes dibujar a los invitados y esperas que alguien cuente un par de buenas historias. En su defecto, un chiste subidito de tono. El juego fue, en promedio, digno de ver, dicho sea que el rival era de calibre muy flojo. También llamó la atención el papel de Frenkie, que movió el juego de forma algo más rápida y directa de lo que acostumbra. Ello desembocó, entre otras cosas, en la asistencia del 1-0, pero también en un puñado de otras ocasiones.”
Según el periódico, Memphis Depay fue el único que desentonó y se le señala como el eslabón más débil. “En las dos últimas ventanas internacionales, Depay sí alcanzó el aprobado, pero el delantero ya jugó muy discreto el viernes en Polonia. De cara al Mundial, cabe esperar que el máximo goleador de todos los tiempos recupere a tiempo su forma.”