Ruud van Nistelrooij dimitió hace más de 2,5 años como entrenador principal del PSV. Totalmente inesperado, pero no por ello menos impactante, fue su mensaje de abandonar el club en mayo de la primavera de 2023.
Van Nistelrooy le dio al PSV en abril de ese año la KNVB Beker tras derrotar al Ajax en la final en la tanda de penaltis, pero más allá de ese bonito trofeo, a Van Nistelrooij también se le puede atribuir el mérito del despegue de Johan Bakayoko e Ismael Saibari.
Tanto Johan Bakayoko como Ismael Saibari fueron promovidos por Van Nistelrooij desde el Jong PSV al primer equipo. El resto es historia. En el caso de Bakayoko, ya ha cerrado la puerta del Philips Stadion tras de sí. En cuanto a Saibari, es muy probable que eso ocurra este próximo verano.
El marroquí belga ha estado marcando mucho en las últimas semanas y el propio protagonista tiene una explicación. Incluso puede llamarse una explicación llamativa, ya que el mediapunta señala a Ruud van Nistelrooij como clave de su forma de las últimas semanas. El centrocampista volvió a marcar dos veces contra el Fortuna Sittard y, tras el partido, mencionó la teoría de la botella de kétchup de Ruud van Nistelrooij.
El internacional marroquí marca desde el partido en casa contra el Ajax prácticamente cada semana. "Entonces se rompió la botella de kétchup", bromea Saibari en la NOS. "Esa teoría la aprendí de Van Nistelrooij, con quien trabajé dos años en el PSV. También me dio buenos consejos cuando las cosas iban peor."
Su segundo tanto contra el Fortuna se pareció a uno de sus goles contra el Feyenoord. "También pensé en eso de inmediato, fue una copia de aquel gol, solo que en espejo. Lo más fácil que puedes hacer en esa situación es tirar alto. El portero está bajo y entonces tienes que apuntar alto. Salió bastante bien y deja buenas sensaciones. Si tengo que elegir, el de la semana pasada fue más bonito. Fue en De Kuip, el 1-2 y con la zurda."
Saibari tiene una forma característica de celebrar, pasándose las manos por el pelo. ¿Cómo surgió? "Cuando era joven, íbamos a menudo a ver a mis primos en Marruecos. Acordé con uno de ellos dedicarle una celebración de gol. Ahora siempre me paso las manos por el pelo, porque él siempre me lavaba cuando volvíamos de la playa. Lo probé una vez y caló bien", afirma Ismael Saibari.