Aunque Jordi Cruyff como jugador nunca alcanzó el nivel de su padre Johan, puede mirar atrás a una carrera de la que estar orgulloso. En su etapa en el FC Barcelona trabajó con grandes nombres, entre ellos Romário. Sobre la estrella brasileña, que más tarde también brilló en el
PSV, Cruyff tiene varias anécdotas reveladoras.
"A mi padre también le encantaba el jugador Romário", cuenta Cruyff en Stick to Football de The Overlap. "La historia conocida es que fue a ver a mi padre y le dijo: ‘Míster, si marco dos goles, ¿puedo ir a Brasil a celebrar el carnaval?’ Romário marcó dos veces y luego pidió ser sustituido, porque tenía que coger su vuelo a Brasil."
Cruyff no se atreve a asegurar que la historia sea exacta al detalle. "¿Es una historia verídica? Tendrá que confirmarlo él", prosigue. Sí destaca que su padre a menudo usaba maneras creativas para estimular a las estrellas. "Lo que sí es cierto es que mi padre tenía una apuesta con Hristo Stoichkov. Una apuesta motivadora, no por dinero ni nada. A las superestrellas hay que motivarlas con ciertas apuestas graciosas."
Una de esas apuestas no terminó como esperaba Stoichkov. "Stoichkov dijo que marcaría dos veces. Marcó una, y unos minutos después del descanso mi padre lo sacó. Así que perdió la apuesta, jaja." Según Cruyff, eso define el enfoque de su padre. "Eran otros tiempos, pero mi padre siempre tenía buena relación con este tipo de jugadores. Chicos de carácter difícil, esos eran los favoritos de mi padre", concluye Cruyff.