Liverpool estuvo aún más marcado por el rojo y blanco de lo habitual el miércoles por la noche. La ciudad ya respira esos colores normalmente, pero gracias a la brillante victoria del
PSV en la Liga de Campeones en Anfield, esa imagen fue por un momento aún más adecuada. En el sector visitante, los aficionados desplazados crearon escenas exuberantes e inolvidables.
Durante el partido el ambiente ya era festivo, pero tras el 1-4 la euforia realmente estalló. La plantilla del PSV fue ovacionada a todo pulmón y recibió de regalo un entusiasta “momento de manos saludando” por parte de los aficionados que habían viajado a Inglaterra.
En el otro lado del estadio, el ánimo era completamente distinto. Muchos seguidores del Liverpool abandonaron Anfield antes de que terminara el partido, algo de lo que los fans del PSV disfrutaron visiblemente.
En la recta final, los aficionados del Liverpool que se marchaban antes de tiempo fueron
objeto de cánticos masivos, y el técnico Arne Slot fue insultado. Al final, quedaron sobre todo los asientos rojos vacíos, con una excepción: la grada visitante en plena fiesta.
Los jugadores del PSV no pudieron abandonar el campo hasta haber agradecido a los casi cuatro mil aficionados. Una foto de equipo conjunta puso el broche final a una noche histórica, una instantánea que sin duda será revisitada en muchas ocasiones.