Ernest Faber espera con ilusión el duelo del próximo fin de semana, cuando su equipo, el Heracles Almelo, se enfrente al
PSV. El técnico es consciente del desafío que tiene por delante su equipo, pero también ve posibilidades para el actual número dieciséis de la Eredivisie.
En el Heracles, el recién llegado entrenador Faber trabaja de cerca con Hendrie Krüzen, quien ya dejó buena impresión al hacerse cargo temporalmente tras el despido de Bas Sibum. "Estoy contento de poder trabajar con él para construir algo aquí", dice Faber en conversación con el Eindhovens Dagblad. "Para mí, también lo veo como un paso que llega en el momento adecuado de mi carrera. La infraestructura futbolística de nuestro país y la gente con la que trabajas son simplemente de muy alto nivel."
El próximo sábado, Faber regresa al Philips Stadion, donde recientemente fue nombrado miembro de honor del PSV. Anteriormente, ya estuvo en la banda en este estadio con el FC Groningen. "Es importante que, como jugador, disfrutes de medirte a un equipo tan fuerte en un estadio bien lleno. Tienes que intentar superar tus límites y crecer a través de este tipo de partidos", afirmó Faber.
Faber subraya que para el Heracles será una historia complicada si el PSV rinde al máximo de sus posibilidades. "Si el PSV alcanza un nivel alto, será difícil para nosotros. Eso lo entiende todo el mundo", continúa. "Pero si defendemos bien y jugamos con el descaro que hay en nuestro grupo, siempre habrá una opción de llevarnos algo. Solo puedes lograr algo como equipo si todos estáis dispuestos a vender cara vuestra piel."