Un error a la vieja usanza. O mejor dicho, dos errores a la vieja usanza con poco tiempo de diferencia. El primer portero del PSV, Matej Kovar, perdió el viernes por la noche en poco tiempo buena parte del crédito que había acumulado.
Al menos, si hemos de creer varias reacciones en las redes sociales. Kovar detuvo en la primera ocasión clara del Fortuna Sittard de forma bastante meritoria. También estuvo atento. El guardameta logró rechazar el disparo del Fortuna Sittard sacando la pierna con acierto. Una parada que contó, una parada que aportó fe y confianza.
El nuevo primer portero del PSV había dejado hasta ahora una impresión bastante razonable e incluso por momentos buena, al margen de que de vez en cuando entran balones sobre los que se puede poner algún interrogante. Los dos goles del Napoli no fueron, desde luego, errores, pero hay suficientes porteros que suelen detener con facilidad ese tipo de intentos.
Los dos tantos del Feyenoord en De Kuip el domingo pasado eran, desde luego, perfectamente parables. Parables en el sentido de que el guardameta checo no se lanzó, sino que “cayó” a la vieja usanza hacia el balón. Ese comportamiento específico de portero lo tuvimos que contemplar tres años seguidos en el trabajo bajo palos de Walter Benítez.
El actual guardameta suplente del Crystal Palace, club londinense de la Premier League, logró cierto metal con el PSV, pero en tres años en el PSV no se convirtió precisamente en un portero mejor. Es más, parecía que cada seis meses bajaba el nivel del guardameta argentino, quien en sus tres años en el PSV nunca logró hacerse realmente con un puesto en la selección de su país.
Con todo, numéricamente Walter Benítez no merecería más de un 5,5 si hubiera que poner una nota a su rendimiento. Los títulos conseguidos, claro está, compensan mucho. En el caso de Matej Kovar, su consideración y valoración han “bajado” algo. Si tuviéramos que asignarle una nota al checo, en este momento no sería más que un 6-. Kovar parece algo mejor en balones altos y en córners, pero lo que el portero cedido por el Bayer Leverkusen mostró el viernes por la noche poco antes del 3-1 está al nivel mínimo. Ni más ni menos.