Una emisión francamente vergonzosa de Rondo en Ziggo está causando mucho revuelo en las redes sociales. Con razón, porque especialmente Marco van Basten hizo un verdadero desastre.
Que el exdelantero mundial jamás deja una buena impresión en la mesa de Rondo de Ziggo es de dominio público, pero su apatía ligada a la desidia está adquiriendo proporciones cada vez más grotescas. Así también el lunes por la noche, en Ziggo, en el programa Rondo.
Que el oriundo de Utrecht de vez en cuando tampoco articule bien aún podría pasarse por alto —quizá la edad juegue un papel—, pero si el escenario ofrecido sigue siendo el adecuado, es una pregunta legítima. Numerosos periodistas y otros analistas se asombran con frecuencia del papel que Van Basten desempeña en la mesa de Rondo, pero el respeto por el astro mundial del fútbol sigue ahí y, por lo tanto, el exgoleador recibe muy poca resistencia por sus apariciones en el programa de los lunes por la noche.
El lunes por la noche, Van Basten se salió de la nada cuando le dijo a Wesley Sneijder: “Entonces también me puedes llamar. Soy amigo tuyo”, se escuchó después de que Sneijder expresara su deseo de hacer algo por el Ajax en apuros. Los demás contertulios se mostraron claramente sorprendidos por la reacción repentina de Van Basten, que ya antes había hablado de una “unidad militar” cuando se trataba de contener a la “banda de fuegos artificiales” del club de Ámsterdam. ¿Qué es “una unidad militar”, por el amor de Dios, Marco van Basten?
La unidad móvil es un concepto conocido, querido Marco. La unidad militar, bastante menos, Marco. Van Basten quiso decir que el ejército debería vigilar lo que sucede dentro y alrededor del Johan Cruijff Arena cuando se trata de fuegos artificiales. Después también le tocó a Van Basten, porque el analista que fue invitado para Liverpool - Nottingham Forest en realidad tenía pocas ganas de hablar de Liverpool - PSV.
Van Basten había pronosticado de antemano que el PSV no tenía ninguna opción en Anfield Road, y eso puede ser. Es válido y no es tan raro. “Entonces vuelve más tarde sobre el tema, panqueque sin remedio”, reaccionó con razón un sorprendido aficionado del PSV en las redes sociales. Y así, Van Basten pensó el lunes por la noche en soltar su propio análisis. “El PSV ganó con tres contras”, comenzó el de Utrecht, para luego afirmar tan campante que el Liverpool, con el 1-3 y el 1-4, ya lo dejó estar. “Para entonces ya habían tirado la toalla”, explicó Van Basten la abultada diferencia.
Minimizar la actuación del PSV, eso es lo que Van Basten llevaba en la cabeza el lunes por la noche. Mientras colegas analistas como Ruud Gullit y Wesley Sneijder supieron analizar los goles y el juego con solvencia, como debe hacerlo un analista, a Van Basten no le pareció gran cosa lo que el PSV mostró en Anfield Road.
El exjugador mundial del año se quedó al mismo tiempo mirando apáticamente al vacío, con la cabeza entre las manos, mientras escuchaba a sus colegas Gullit, Sneijder y Boulahrouz, quienes supieron analizar con pericia la disposición, la energía y el juego posicional del equipo de Peter Bosz. Eso sí, Van Basten intentó en la recta final limpiar un poco su descabellado análisis, al afirmar que Peter Bosz es realmente la base de los rendimientos del PSV.
Podemos concluir con tranquilidad, una vez más, que Marco van Basten cayó por debajo del mínimo en la mesa de Rondo. Al mismo tiempo, el analista tiene grandes dificultades para analizar objetivamente al PSV. La antipatía parece grande por motivos del pasado. ¿Tiene Van Basten problemas con Peter Bosz por su “pelea” con Dennis Bergkamp? ¿Le molesta a Van Basten que el PSV configure en gran medida el panorama futbolístico en los Países Bajos o ha sufrido Van Basten demasiada oposición en el pasado en los enfrentamientos directos contra el PSV? Su nivel en la mesa de Rondo puede describirse ya como bastante infantil.