El PSV está bien, muy bien. ¿Tan bien como el año pasado y tan bien como en la primera temporada con Peter Bosz? Plantear la pregunta quizá sea responderla.
Porque también en la tercera temporada de Peter Bosz en el PSV se está desplegando buen fútbol, pero hay que trabajar duro para sacar las victorias adelante.
Si el PSV 3.0 es mejor que el PSV 1.0 o el PSV 2.0 aún es difícil de concluir, pero hay que trabajar duro para asegurar las victorias. Eso quedó claro la tarde del sábado en Breda, donde el equipo de Bosz consiguió en ocasiones sacar de quicio al rival, a los aficionados rivales y también a los propios.
El PSV solo pudo imponer su voluntad a ratos ante el NAC Breda, pero no fue precisamente impresionante. Diez minutos antes del descanso, Guus Til marcó el único tanto del partido. El portero Matej Kovar realizó varias paradas de mérito a disparos del equipo local, que por lo mostrado sobre el césped bien mereció un punto.
Guus Til, no es delantero centro pero al parecer tiene tal talento que puede presentar estadísticas de un auténtico nueve
En Breda consideraron que sería bueno empezar contra el PSV con una defensa de cinco. En la práctica, sin embargo, el NAC jugó bastante ofensivo, sobre todo con el balón. El PSV sufrió en la primera media hora, pero luego tomó la iniciativa con buen fútbol. El equipo de Peter Bosz también creó las ocasiones necesarias. En el minuto 36, Til cabeceó el balón a la red de Daniel Bielica, que después ya no permitió más intentos a puerta de un PSV por momentos descuidado, altivo y conformista.
El equipo de Peter Bosz pareció por momentos un conjunto que ya se sabía ganador de antemano. Tacones, querer superar al rival por detrás de la pierna de apoyo y así sucesivamente. A ratos no parecía nada serio, pero los tres puntos se suman al total. Con todo, cabe señalar que aún no es momento para tacones ni balones por detrás de la pierna de apoyo. Como se ha dicho, hay que trabajar duro para sacar las victorias adelante.